
Montana es una unión imprevisible; un cocktail de influencias. Proponen una música con clase, letras punzantes y muchos estilos condensados en algo que suena siempre a propio; algo muy difícil. El quinteto se mueve entre los sonidos de un rock con raíces y la lírica mordaz de los cantautores de antaño, que condensaban la vida en unas líneas.